En diferentes ocasiones hemos hablado de la comunicación efectiva y cómo ésta ayuda a una empresa, a sus voceros e incluso a una persona en su profesión o hasta en su vida diaria; pero… ¿cómo se consigue? ¿Por dónde debes comenzar para comunicar de manera certera y así alcanzar los objetivos corporativos y personales? Pues bien, la base es la construcción de mensajes base o clave.
Tal vez en un inicio consideres que es algo complejo y es que en ocasiones se confunde la conformación de los mensajes con todo un discurso que uno se debe aprender de memoria, pero no es el caso. Conformar una lista de mensajes clave que te ayuden a convencer a tu público de interés a colaborar contigo y que tu idea sea clara y permanezca, es muy simple.
¿Te ha pasado en ocasiones que llegas a una junta con un propósito específico y por alguna razón el tema principal de la charla queda muy lejos del inicial? Pues bien, los mensajes clave te permitirán caminar bajo una misma línea que evite las desviaciones a temas que no son de tu interés o que no están en tu cancha.
Para lo anterior, es importante que primero te tomes un respiro y comiences a analizar qué es exactamente lo que deseas que las otras personas (clientes, sponsors o partners prospectos) tomen como brief de tu empresa o del objetivo que deseas alcanzar; esto podrás armarlo rápidamente contestándote qué, cómo, cuándo, por qué y para qué.
Es importante el desarrollo de tus mensajes de una manera clara, concisa y sencilla, evitando en todo momento entrar en discursos complicados que puedan enredar a tu audiencia.
Lo mejor es que cada uno de los mensajes que construyas hablen de tu oferta, pero mezclado con lo que se está buscando en el mercado en el que quieres entrar, dejando de lado y evitando en todo momento hablar de la competencia.
No todo será maravilloso
Lograr una comunicación efectiva es un proceso que puede tener algunas dificultades, la preparación también te ayudará a sortear con éxito algunos momentos complejos e inesperados.
En algunas ocasiones creemos que tenemos el mejor y más específico discurso para que nuestro público meta entienda y acepte lo que estamos diciendo. No siempre es así. En ocasiones, tu interlocutor puede hacer algunas preguntas que para ti suenen a obviedades o que no tienen mucho sentido. Pues bien, aquí donde tu comunicación, y tú como vocero, enfrentan un reto; un básico es no desesperarse ni rendirse, considera que la otra persona no es un experto en la materia o bien pudo perder algunos detalles; toma este momento como una nueva oportunidad de explicar y colocar nuevas ideas en la mente de tu público de interés.
Algunas acciones que te pueden ayudar es ponerte en el papel de quien te escuchará y hacer un breve análisis de qué es lo que te interesaría saber si estuvieras en este papel, así incluso puedes preparar algunas preguntas que posiblemente te harán.
Todo cambia según el momento
Aún con una lista de mensajes, con un storytelling bien estructurado e incluso las respuestas a algunas preguntas, no podrás tener todo bajo control como si se tratara de algo que puedes repetir de memoria. Dice un conocido refrán: “cada cabeza es un mundo” y lo que puede ponerte en la mente de algunos, puede no impactar en otros.
Por lo anterior, es recomendable que una vez que tengas claro con quién hablarás para vender, para crear alianzas, para encontrar patrocinadores, etcétera, estructures qué y cómo debes decirlo. Esto es como acomodar tus mensajes con objetivos específicos de la reunión o de la campaña que tendrás; esto se convierte en el factor más importante para cada misión que te propongas.
En línea con lo anterior, también debes considerar que los canales de comunicación pueden variar de persona a persona, o bien dependiendo el propósito que quieres cumplir. Es con este análisis que deben concretar qué dirás y a través de qué medio (mail, juntas, reuniones, plataformas en línea, medios de comunicación, mensajes de texto o llamadas telefónicas).
Además, puedes jugar un poco con el lenguaje, cambiarlo y adaptarlo al público que desees impactar.
Desde el punto de partida hasta el cumplimiento de tu meta el camino, atajos y complicaciones pueden variar; para hacer un estudió óptimo al finalizar el camino a tus objetivos -y para evitar cometer los mismos errores en el futuro- es importante que tengas un registro detallado de las acciones de comunicación.