La pandemia de la Covid-19 ha transformado de muchas maneras la forma en la que nos comunicamos y convivimos, un hecho que dejó al descubierto que no todas las empresas estaban preparadas para escenarios de esta índole. Carencias en comunicación fueron el resultado de algunas, y en otras se convirtió en el impulso para trabajar en nuevas áreas de oportunidad en medio de la incertidumbre.
A un año de aquella sacudida que nos daba la llegada de la pandemia y el detenimiento de la actividad económica, la comunicación externa fue el pilar que transformó la manera en que hoy se comunican las organizaciones, mantienen una reputación y se dan a conocer con los diferentes públicos. Las relaciones públicas son hoy más que nunca pieza clave para gestionar riesgos para las marcas de una manera estratégica e integral y dar paso al flujo de la información pese a limitantes como el confinamiento y la distancia social.
La tecnología y las diversas plataformas fueron la mejor manera de enfrentar el aislamiento y retomar el ritmo en el que las empresas necesitaban demostrar su propósito, ética y responsabilidad ante la pandemia, no solo a medios de comunicación, sino al interior con sus empleados, aliados y públicos estratégicos.
Pero a pesar de estas herramientas, esto no hubiera sido posible sin un cambio de dirección en la estrategia de relaciones públicas online, ya no se trataba de generar campañas, sino de rediseñar estrategias más profundas con un mayor valor agregado en lo que se buscaba comunicar, generar experiencias, mejorar la narrativa y una congruencia necesaria para la correcta transmisión de mensajes.
El escenario para 2021 viene a mejorar lo aprendido desde que comenzó la pandemia, principalmente en el manejo de crisis, muchas de las estrategias para este año y algunas que pudimos ver en 2020 iban enfocadas a darle la vuelta a la problemática y ver en ello una opción de unidad o solidaridad entre industrias. El tema de crisis debe de verse como algo del día a día y no solo cuando surja algún conflicto, es importante ver oportunidades de cambio y organización al interior para poder transmitirlo al exterior.
Las empresas tienen la responsabilidad de capacitar mejor a sus empleados en situaciones de crisis, ya que ellos son quienes representan los valores de la organización a donde quiera que vayan, por ello, la comunicación interna y externa deben de ir de la mano hoy más que nunca, y 2021 es el mejor momento para aquellas que no lo han hecho; esto será indispensable para seguir alineando una postura que sea congruente con los objetivos y la narrativa que se buscan comunicar.
Por otro lado, la generación de experiencias será un aliado para las marcas y organizaciones, así como la generación de conversaciones estratégicas en audiencias más específicas, la clave está en el mensaje y la comunicación. Saber cuándo, dónde y cómo comunicarse es fundamental sin olvidar a través de qué plataformas tecnológicas. El reto se vuelve más creativo para sorprender y atrapar a la audiencia a la que se quiere llegar.
Recordemos también la importancia del contenido de valor. Hoy en día los medios de comunicación buscan invertir su tiempo en algo que realmente sea valioso para generar información que su audiencia leerá, por ello, es fundamental que los publirrelacionistas conozcan bien a la fuente y que al conectar la información que se transmita sea interesante y concisa.
2020 fue un año en el que la lluvia de conferencias virtuales o Webinars saturaron a los periodistas, lo cual obligó a que los medios fueran mucho más selectivos de lo que ya eran, por ello, cada vez es más importante evaluar lo que se busca dar a conocer y asegurarnos de que esa información o presentación vaya a ser un elemento interesante para los públicos objetivos.
Sin duda, lo más importante para este año es no parar y seguir adelante. Aquellas empresas que prefieren detenerse y dejar de comunicar, posiblemente tendrán un retroceso.