El sector de alimentos y bebidas vive una de sus transformaciones más fuertes en las últimas décadas. De pronto se empezó a relacionar al sector no sólo con tendencias, sino incluso con conceptos que eran nuevos para la industria y el consumidor.
La comunicación –interna, externa y/o digital– alrededor de las grandes marcas también ha evolucionado. Las tendencias aparecieron rápidamente y ahora puede resultar difícil identificar las estrategias que se adaptan a cada marca, pues esto tiene que ver con productos, lanzamientos, filosofía, tipo de cliente y cómo se quiere relacionar con él. Sin mencionar los contextos que se viven en paralelo.
¿Cuáles son las tendencias informativas que podemos tomar en cuenta cuando hablamos de alimentos y bebidas? ¿Cómo podemos aprovecharlas? ¿Siempre debemos pensar en crisis? A todas estas incógnitas responde la estrategia de cada empresa. Hay algunas compañías que prefieren tomar una postura reactiva, y otras que no temen compartir información que parece poco positiva para sí mismas.
Aquí entra una interrogante fundamental: ¿cómo pueden mejorar las marcas a través de su comunicación y rehacer mecanismos para obtener el mensaje que cumpla con los valores de la compañía y, a su vez, con la conciencia del beneficio hacia el consumidor?
Enlistamos algunos conceptos que hace cinco años no figuraban en la industria, pero que ahora se traducen en elementos fundamentales para delinear una estrategia de comunicación:
Digitalización
En los últimos 3 años, la industria se vio influenciada por la fuerte corriente del e-commerce, ahora ya no sólo es posible comprar una consola o videojuegos en línea, también puedes pedir el súper, desde un tomate para la ensalada hasta productos específicos y adecuados de acuerdo con las necesidades de cada cliente.
Esto cambió las reglas del juego en el tema informativo, las marcas deberán ser más digitales y orientadas no a un público masivo, sino a muchos públicos que comparten diferentes rasgos de identificación; por ejemplo, existe una fuerte tendencia gluten free, pero no todos esos consumidores asisten a gimnasios forzosamente.
Ahora hay que identificar en qué canal y bajo qué mensajes reacciona el consumidor.
El experto en relaciones públicas deberá pelotear más de una posibilidad con el cliente sobre tres o cuatro estrategias en paralelo. La industria ya no vive de una gran campaña, vive de muchas campañas que suman a la estrategia principal.