En la actualidad, la tecnología y digitalización fraterniza con nosotros en cada momento y área de nuestro día a día, sería imposible no tocar temas como Fintech y Blockchain, dos conceptos que han crecido juntos, pero que en relidad tienen usos y misiones muy diferentes.
Mientras que las Fintech son aquellas tecnologías financieras que han llegado para facilitarnos el manejo del dinero y de los servicios que anteriormente sólo ofrecián los bancos con procesos largos y presenciales; el Blockchain es una tecnología que encripta la información de procesos industriales, administrativos o transacciones manteniendo la información en la red con lo estandares más altos de seguridad, aplicable a las industrias de consumo, financiera, agricultora, incluso en la periodística (este tema lo abordaré en otra ocasión).
Uno de los retos más importantes que tienen las empresas del sector es que estos conceptos y su diferencia quede clara en el consumidor final o el ciudadano de a pie para lograr así su adopción generalizada en todos los estratos de nuestra sociedad; pues en la población general aún existe una confusión y hay quienes creen que el Blockchain y las Fintech son parte de lo mismo, quienes no la entienden, lo que frena de cierta manera su adopción.
Ante el despunte de información sobre ambas, gracias al Bitcoin, tecnología financiera que utiliza la tecnología de bloques para almacenar y proteger información, muchos pensaban que las Fintech, Criptomenas y Blockchain van de la mano. Esta idea se disolvió un poco con el boom de información a finales de 2018: y en 2019, debido a la Ley FinTech, medios especializados y nacionales comenzaron a abordar el tema.
Pero aún hay porcentajes altos de desconfianza a este tipo de herramientas financieras, lo que me lleva a destacar el segundo reto de las FinTech: el aumento de la inclusión financiera. Esto, por medio de llegar a las personas que ya no confían en los bancos, y a las nuevas generaciones que por falta de tecnologías que prefieren consideran ciertos servicios tradicionales como lentos o tediosos.
¿Cómo lograrán convencer las FinTech que son una opción alternativa excelente para estos dos nichos si a ellos aún no les queda clara o no entienden su existencia? ¿cómo conseguirán la confianza de quienes buscan como usuarios?
En México se han presentado escenarios que dieron paso a que hoy en día las personas conozcan un poco más de las FinTech y el Bockchain, pues con lo sucedido, la información se propagó de manera casi automática, pero la realidad es que el camino apenas comienza.
Ejemplo de estos eventos son el Blockchain Summit Latam (BSL) y el FinnoSummit, que destacaron el valioso papel que tiene nuestro país en estos dos sectores, pues alberga más de 500 FinTech registradas por Finnovista y más de 100 empresas que basan su mercado en el Blockchain, de acuerdo con BSL.
Una de barrera más que deben romper las empresas de estas áreas es la expansión de la comunicación, sobre todo en medios, pues muchas la han delimitado a portales muy especializados de tecnología y emprendedores, o a las redes sociales propias; dejando de lado la transmisión de mensajes de manera tradicional, con medios y reporteros que día a día escriben y para el ciudadano de a pie.
Bajo un panorama donde la mayoría de las FinTech son emprendimientos y el Blockchain es una tecnología muy especializada, resultaría lógico pues en ocasiones la propagación de información se hace con el fin de generar alianzas y atraer inversionistas; pero estas empresas deben visualizar más a futuro, buscar el impacto que los lleve más alla y haga que desde sus inicios su consumidor final comience a conocerlos y vaya entendiendo la filosofía de sus empresas a la par que estas crecen.
Los medios en donde muchas empresas del sector se enfocan son quienes tienen audiencias del propio sector o muy jóvenes; pero ¿qué pasa con las generaciones anteriores? En México hay alrededor de 58.3 millones de adultos mayores a 29 años, quienes no nacieron ni crecieron en una era digital y por ende pueden no estar migrando al mundo FinTech con la velocidad que el sector pensaba, sobre todo si la relevancia de este negocio no se transmite en los canales que este porcentaje de la población prefiere.
Ello sólo se logrará con una construcción adecuada de mensajes y esquemas personalizados de una comunicación 360 (que llegue a las nuevas generaciones, a las anteriores y a las personas que juegan el importante papel de inversionistas); con esfuerzos que generen alianzas con tomadores de decisiones y con medios de comunicación nativos del sector, pero también con los medios tradicionales, en redes sociales e incluso aprovechando el despunte de nuevos canales como lo son hoy de día los influencers.